Las aves y sus plumajes
Las aves y sus plumajes diversos
Generalmente las aves tienen plumas. Algunas son livianas y fuertes, y hay distintas clases, con diferentes funciones. Algunas sirven para volar y mantener el equilibrio; otras, para dar calor, y otras para exhibir.
Un pájaro puede volar gracias a sus largas plumas y su cola. Para batir las alas, el ave usa los potentes músculos que las unen al pecho. Esta acción desplaza el aire hacia atrás y hacia abajo, al tiempo que eleva e impulsa al ave. Las plumas del ala se dividen en plumas de vuelos o remeras primarias y secundarias. Las primarias son de mayor tamaño, las secundarias están más cerca del cuerpo.
Las aves de rapiña, como las águilas, tienen alas grandes con hendiduras profundas entre las puntas de las plumas primarias. Esto las ayuda a remontarse con las corrientes de aire ascendentes. Las aves marinas, como los albatros, tienen alas largas y esbeltas para volar largas distancias. Las aves que son pequeñas y veloces, como los vencejos, tienen alas delgadas y combadas hacia atrás.
Hay diversos tipos de plumas, como los plumones son pequeños y suaves y suelen estar bajo las plumas grandes; mantienen el calor del ave; las plumas de vuelo son grandes y fuertes. Muchas aves machos también tienen plumas decorativas de formas extrañas, que exhiben para atraer a las hembras.
Un albatros puede volar hasta 500 kilómetros por día, con sus largas alas y esbeltas les permiten volar grandes distancias sin realizar un mayor esfuerzo. Las alas grandes favorecen un vuelo potente, pues sus hendiduras en las plumas primarias les permiten ganar altura.
En el vuelo normal, el descenso de las alas proporciona el impulso delantero. Durante el descanso, las plumas se extienden para aumentar la superficie que bate el aire. Cuando las alas ascienden, las plumas se juntan para reducir la resistencia del aire.